martes, 3 de enero de 2017

Reseña: Letras entre el psicoanálisis y el arte

Letras entre el psicoanálisis y el arte
Autor: Alma Rosa Tapia, Amorhak Ornelas y Gustavo Verduzco
Primera edición: 2016
ISBN: 978-607-97018-4-0
Páginas: 144
Trajín Editores
Xochimilco, Ciudad de México














No es por la vía de la teoría y del elogio, en que la relación del psicoanálisis con la literatura tendría que transcurrir, sino en la manera en que la literatura nos enseña a leer en psicoanálisis.

Amorhak Ornelas 

Me nombro en la borradura que dejó la historia
En la disolución del grabado en la piel, me nombro
En el lenguaje que olvidó escribirme,
imagen evanescente de una creencia que no soy.

Alma Tapia 

Aferrado a ti.

Gustavo Verduzco


¿Por qué Letras entre el psicoanálisis y el arte? de inicio el título nos indica algo: no es un libro de psicoanálisis, no es un libro de arte; es un conjunto de letras que fungen como nexo o eslabon de un decir entre estos dos campos. La letra es el soporte por el cual; ensayos, narrativa, poesía e ilustración tienen o encubren algo por decir. 
El psicoanálsis no interpreta a el arte. El arte interpela al psicoanálisis. Es de recordar que el núcleo del psicoanálisis está constituido por la escritura freudiana, mismo que en su deseo literario, sus historiales clínicos fueron merecedores al premio Goethe en 1927. Es de suma importancia remarcar que la obra freudiana y el marco epistemológico vino a elaborarse en gran medida a partir del arte. Freud era un lector literario y contemplaba por horas piezas de arte, y en su gesto de profano se situó como un ignoto del mismo; sin embargo, fue lo que le posibilitó a la par de su práctica clínica acentar dichos descubrimientos. El arte permea el saber del psicoanálisis. 
El libro se compone de la siguiente forma: 10 ensayos sobre psicoanálisis por Amorhak Ornelas; 12 (10 en índice + 2 sueltas: portada y autor) ilustraciones de Gustavo Verduzco; 11 poemas, 9 narraciones y una variable titulada Silencio del corazón, de Alma Tapia. Este conjunto compone al libro; ahora bien, ¿qué puede decir esta composición? ¿cómo leer este libro? ¿desde qué aristas se puede dar lectura? ¿cómo podríamos interpretar una obra cuando no somos curadores, artistas visuales y/o carecemos de los conocimientos básicos para interpretar una pieza de esta índole? ¿qué argumento se puede generar a partir de las letras que están entre el psicoanálisis y el arte? ¿cuál sería un posible encuentro que anude este conjunto? Se pueden generar más preguntas, dado que seguramente existen. Sin embargo, podemos insertar una pregunta que nos atañe como analistas: ¿qué lectura hacemos del discurso de un analizante o un acontecimiento social? 
Desde la composición y desarticulación del objeto llamado libro podemos esbozar una breve respuesta. Hay dos elementos a observar: escritura (ensayo, narración y poesía) e imagen. El primero nos brinda diversas formas de interpretación, dado que nos “facilita” el camino en tanto que hace uso de la palabra y el segundo nos plantea una problemática distinta, ya que la palabra que sostiene a la imagen es el título de la obra, pero dicha imagen está suceptible a una amplia gama de interpretaciones al no estar inscrita en un código común como el de la escritura. Esto es algo que cruza netamente con el análisis, ya que ahí donde falta la palabra para construir y significar el enunciado, la imagen viene a ser el soporte simbólico para asociar alguna posible interpretación o traducción de un saber o un decir aún no dicho. 
Las ilustraciones que nos presenta Verduzco están influenciadas por el surrealismo, línea artística que se encontró con el psicoanálisis; basta recordar a Dalí que se tropezó con Freud y a Lacan que se apoyó con Magritte y su Condición humana para sus elaboraciones psicoanalíticas. Verduzco, presenta piezas bastante sugerentes para pensar la topología: Cuatro caminos, diferentes destinos; el engaño estructural: Aferrado a ti, y la mayoría de las piezas se unen por el lazo común de la mirada. Más allá de solo una perspectiva visual, las ilustraciones borran la mirada del sujeto, orillando a un saber que no sabe y que de eso no se quiere saber
La poética que nos presenta Tapia hace notar un cruce con el análisis y la jerga psicoanalítica, y no dotándola de un sentido poético o narrativo; al contrario, en la poética se cifra un nuevo decir por parte del sujeto que se escribe, es decir: el poeta. Ellos, los poetas siempre adelantados a las épocas han arrojado luces donde todo está a oscuras, incluso cuando lo saturnino de los versos que se nos presentan alumbran los embrollos con que nos topamos frecuentemente en la clínica: la relación sexual: La/El incauta/o pregunta; el amor: Tan lejos de mi aferrado a ti; el dolor: El sin-toma como sí; La mujer: Útero expropiado y la encrucijada entre el fármaco y el saber: Negación del existir. La variable mencionada Silencio del corazón, hace un corte en la estructura del objeto-libro; esto es interesante, ya que se escapa al orden o estructura de un índice de aquello nos indica o rige la forma de leer. Esta variable es la desarticulación y nos advierte que ahí hay algo que se puede estar jugando. 
Los ensayos que presenta Ornelas pareciera que están titulados para ser juzgados desde inicio como ajenos al arte, ya que versan sobre marxismo, revolución, pasiones psicoanalíticas, filosofía y sobre temas muy específicos de la enseñanza de Lacan. Todos ellos hacen notar que están enunciados desde la teoría, práctica y clínica psicoanalítica. No obstante, será necesario adentrarse a la lectura para dar cuenta que dichos ensayos, como advierte en El psicoanálisis atravesado por el arte es la vía de la reinvención del psicoanálisis. Veremos en el transcurso que se abordará el tema de la insititución, poder y perversión desde la figura literaria de Sade, la función de la lectura del silencio, el cruce entre mitología, literatura, política, marxismo, clínica y más aportes darán pistas para una posible restauración del lazo social y un cuestionamiento a la función del analista. El arte, es lo que nos posibilita replantear nuestro lugar en el campo de lo social sin alienarnos a un sistema. Las propuestas artísticas contemporáneas, similar al fin del análisis, no esperan un resultado o un objeto (una obra de arte) final. Se apunta a dar prioridad al proceso o acto por el cual se logra o no algún objeto nuevo. En análisis podrá haber una respuesta o no. La relevancia de un fin de análisis es saber hacer algo con eso que se pierde en el mismo acto analítico para que advenga un deseo distinto. Lejos de priorizar una respuesta o un resultado final e íntegro, el análisis es la caída o la transformación del analizante en su relación a la pérdida, y esto sucederá cuando el analista en su ignorancia ocupe la posición de un Amo que falla. Es por ello que el psicoanálisis no se asume o posiciona con un saber sobre el arte u otros discursos. Está abierto a la reinterpretación; similar al sueño, de forma particular y solo en el decir de aquel que lo va descubriendo. 
Letras entre el psicoanálisis y el arte es un conjunto que permite leer de otra forma los espacios literarios, artísticos y psicoanalíticos. Sin duda, el encuentro de los tres autores conformaron un pieza única que muy probablemente no es la obra final, dejando una vez más a la letra como elemento crucial para seguir anudando o subvertiendo el orden de la lectura de los acontecimientos. 






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